sábado, 19 de junio de 2010

A 34 años del asesinato de Jorge Bigliardi por "montoneros"

El 12 de Junio se cumplieron 34 años del asesinato despiadado y a sangre fría –como es habitual- de Jorge Bigliardi a manos del terrorista montonero “soldado Emilio” en la puerta del Edificio donde vivía, ubicado en la Ciudad de La Plata.


Escuetamente, los hechos se sucedieron tal como transcribimos. Bigliardi regresa y estaciona su auto en la esquina de su departamento. Allí mismo está el actual diplomático en España, “soldado Emilio” empuñando su 357 Mágnum escondido bajo la ropa. Bigliardi desciende del auto y camina hacia ellos visto y considerando la relación amistosa que los unía hasta entonces, según había creído Jorge Bigliardi; los vuelve a saludar y alcanza a gritar "Canallas" cuando comprende lo que significa el arma en la mano del “soldado Emilio” apuntando hacia él y antes de recibir el disparo mortal en el cuello. Mientras Bigliardi moría sobre el pavimento, a los 47 años, dejando a su mujer sin esposo y dos hijos menores de 8 años, el diplomático en cuestión se fue tranquilamente a jugar al rugby al San Luis.

Esta es la historia o en realidad, un escueto resumen, que se pretende negar en una sociedad inmadura que sólo reconoce víctimas de un solo lado y que hace apología, permanentemente, del terrorismo subversivo que asoló al país a partir de la década del ‘60.

¡ Valga nuestro recuerdo para él y todos los asesinados por el terrorismo nacional !

jueves, 17 de junio de 2010

Presentación del Libro del Dr. Massot en La Plata.

Bajo el título de “REVOLUCION. Mayo 1810”, Ed. El Ateneo, el Dr. Vicente Massot ha presentado su libro en la Ciudad de La Plata.

El encuentro, convocado por el Centro Naval, se inició con la presentación del autor y su obra por parte del Decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales Dr. Miguel Ángel Iribarne. En ella subrayó que el Dr. Massot “pertenece a la estirpe de los verdaderos pensadores políticos” dado que, como se observa en su obra, sus “libros ayudan a la construcción estructural de la Nación” a partir de un genuino “afán integrador”.

Respecto de “REVOLUCION. Mayo 1810” el Dr. Iribarne afirma que la obra presenta tres líneas argumentales ligadas, inexorablemente, con la idea del Buenos Aires virreinal como motor generador de historia debido al grado de movilización social producto de las invasiones inglesas y su hegemonía en el devenir socio-político del Virreinato. Otra línea argumental relacionada –tal como lo presenta el Dr. Massot en su libro- con la contextualización de los hechos desde el año 1806 en el marco mundial (protagonismo de los ingleses, portugueses y Napoleón) y la tercera línea, el carácter decisivo de la fuerza militar a partir de los comerciantes devenidos en “militares” por su “conciencia castrense”.

Por su parte y luego de esta introducción, el Dr. Massot se refirió de lleno a “REVOLUCION” señalando que los hechos de Mayo no fueron “los más importantes sino los más interesantes” y que su idea es recusar la “visión canónica” de la historia de Argentina relacionada con el “mito de los orígenes” iniciada por Mitre donde se asocia la idea de Mayo con “nacionalidad, independencia y democracia” siendo que para el Dr. Massot no existe ninguna de esas tres ideas.

Para el autor del libro, Mayo es producto directo de la “farsa de Bayona” en España y que de no haber ocurrido esto en la Península “no habría existido Mayo en el Virreinato”. Agrega que “Mayo fue una revolución no por crear la Junta sino porque se modifica la política existente hasta entonces y nace un nuevo principio de la idea de legitimidad”. En ese sentido señala que es una “revolución improvisada y que nace a las apuradas pues se sabe que ni Belgrano ni Moreno sabían, al principio, que sus nombres figuraban entre los juntistas”.

Sin desmedro de los hechos analizados, concluye el Dr. Massot, “la Revolución llega tan lejos porque no sabe dónde va” en clara a alusión a la inexistencia de un plan revolucionario previo por parte de los habitantes de Buenos Aires.-

domingo, 6 de junio de 2010

7 de Junio, Día del Periodista

En el Día del Periodista transcribimos un párrafo del discurso pronunciado por Ezequiel M. Paz, Director de La Prensa de Buenos Aires, en el 56º aniversario de la fundación de este periódico, el 18 de octubre de 1925.
Bajo el título de “Etica del Periodismo” El Sr. Paz señala lo siguiente:

Informar con exactitud y verdad.

No omitir nada de lo que el público tenga derecho a conocer.

Usar siempre la forma impersonal y culta sin perjuicio de la severidad y de la fuerza del pensamiento crítico.

Desechar los rumores, los “se dice”o “se asegura” para afirmar únicamente aquello de que se tenga convicción afianzada por pruebas o documentos.

Considerar que es preferible la carencia de una noticia a su publicación errónea o injustificada.

Cuidar de que en las informaciones no se deslice la intención personal del que la redacta, porque ello equivaldría a comentar, y el reportero o cronista no debe invadir lo reservado a otras secciones del diario.

Recordar antes de escribir cuán poderoso es el instrumento de difusión de que se dispone, y que el daño causado al funcionario o al particular por la falsa imputación no se repara nunca totalmente con la aclaración o rectificación caballerescamente concedida.

Guardar altura y serenidad en la polémica y no afirmar nada que hayamos de tener que borrar al día siguiente

Inscribir en letras de oro en lugar preferente, y bien a la vista, sobre la mesa de trabajo, las palabras de Walter Williams, insigne hombre de prensa norteamericano:

“Nadie debe escribir como periodista lo que no pueda decir como caballero”

Nota: La síntesis que acabamos de transcribir fue adoptada como código por los delegados al Primer Congreso Panamericano de Periodistas (Washington, 7 al 13 de Abril de 1926) y como credo por la Sociedad Interamericana de Prensa en su Sexta Asamblea General (1950). Su resonancia de postulado continúa llamando al deber periodístico con elocuente y noble insistencia.