martes, 26 de enero de 2010

Nuestro homenaje a Victoria Ocampo

Ramona Victoria Epifanía Rufina Ocampo Aguirre, nacida el 7 de abril de 1890, perteneció a una familia aristocrática cuya historia se confunde con la historia de la propia República Argentina. Hija de Manuel Ocampo y Ocampo- ingeniero y constructor de caminos y puentes - y de Ramona Aguirre Herrera, fue la primogénita de seis hermanas: Angélica, Francisca ("Pancha"), Rosa, Clara (que falleció a la edad de once años) y Silvina (esposa de Adolfo Bioy Casares).
Los Ocampo y los Aguirre, son dos de las grandes familias aristocráticas de la Argentina. Los Ocampo tenían grandes extensiones de campo en Córdoba y Pergamino. Justamente, a pocos kilómetros de Pergamino se encuentra el pueblo Manuel Ocampo, que fue el casco de la principal estancia de los Ocampo. La ciudad de Villa Maria, Córdoba, fue fundada en terrenos de la Familia. Victoria tuvo entre sus ancestros a una hija de Domingo Martínez de Irala y una mujer guaraní llamada Águeda:
Descubrí, pues, que por vía materna desciendo de Irala, compañero de Mendoza, y de una india guaraní, Águeda. Este español y esta americana tuvieron una hija, que su padre reconoció. Dados mis 'prejuicios' feministas simpatizo más con Águeda que con quien podía tratar de igual a igual al primer fundador de Buenos Aires -señaló en alguna oportunidad-
Victoria fue educada por institutrices todo el año. Siendo, el primer idioma que supo leer y escribir el francés como era costumbre en la alta sociedad argentina en aquella época. A eso le seguía aprender inglés y por último español, lo que a Victoria le provocaría un disgusto, al no poder ser su idioma el primero en aprender.
A los seis años Victoria realiza su primer y prolongado viaje europeo. Es en este viaje, donde Victoria descubre París, una ciudad a la que dedicará por siempre un gran amor y que visitaría varias veces.
Victoria Ocampo se casó con Bernardo de Estrada, de quien se divorció al poco tiempo. Es en Roma donde conoce al gran amor de su vida, Julián Martínez, primo de su esposo.
De sus estadías en Francia trajo el gusto por la literatura europea, que reflejó generosamente en la revista Sur y con invitaciones personales a escritores europeos a hospedarse en su propia casa.
Victoria tenía su propio estilo. Mezclaba lo antiguo con lo moderno, vanguardista como fue ella en toda su vida. Fundó una revista literaria llamada Sur, que se convirtió en un nexo entre las literaturas latinoamericana y europea y ella trajo innovaciones consideradas modernas en su época.
Justamente, fue pionera de la arquitectura moderna en Argentina, ya que diseñó la primera casa cúbica, lisa y blanca de Mar del Plata. Poco después Alejandro Bustillo construyó su residencia racionista en Palermo Chico en 1929, concepto que utilizara al trasladarse en 1941, al heredar la casa de verano de sus padres, Villa Ocampo.
Embajadora virtual e intelectual de la Argentina, por su residencia Villa Ocampo, pasaron los intelectuales y artistas más importantes que visitaron Argentina, desde Rabindranath Tagore a Igor Stravinsky que le dedicó su ópera-ballet Persephóne y que Ocampo recitó en el Teatro Colón y en Río de Janeiro (1934).
En la Europa de postguerra, asistió a los preparativos de la creación de la Unesco en París y  fue la única argentina presente en el Juicio de Nuremberg y mantuvo encuentros con figuras relevantes de la política y la cultura como Graham Greene, la reina Isabel de Inglaterra, T. S. Elliot, Churchill y De Gaulle.
Su origen social y reconocida oposición al gobierno de Juan Perón, que se extendió desde 1946 a 1955, la identificaron con un sistema cultural conservador y elitista, aunque sus relaciones personales y su revista incluían nombres de todas las vertientes incluso algunos escritores comunistas.
En 1953, fue encarcelada durante 28 días por su oposición a Perón en la cárcel del Buen Pastor de San Telmo.
En 1960, manifestó su disgusto por la visita del secretario de redacción de Sur, José Bianco, a la Cuba castrista, y Bianco renunció a su cargo.
Fue la primera mujer miembro de la Academia Argentina de las Letras, fundó uno de los más antiguos movimientos feministas de la Argentina, la Unión de Mujeres en 1936, directora del Fondo Nacional de Las Artes de Argentina, miembro del P.E.N. Club Internacional y doctora honoris causa de la Universidad Harvard.
La dura crítica de los escritores peronistas, y de algunos intelectuales de izquierda a su figura comenzó a atemperarse luego de su muerte.
Es reconocida como una de las más importantes animadoras culturales en la Argentina del siglo XX.
Falleció a los 88 años, un 27 de enero de 1979, en su casa de San Isidro, Villa Ocampo, producto de un cáncer de paladar que la afectaba hacía varios años.