lunes, 31 de agosto de 2009

La Felicidad no es una perorata

Días atrás desde la columna de Opiniones de Periodistas tratamos, en varias notas y de manera tangencial, el tema de la felicidad.
Hemos puesto de manifiesto nuestra postura respecto a una de las cuestiones más esenciales del Ser Humano dado que el hecho de sentirnos felices nos permite sortear los escollos propios de la vida de una manera más decidida, con la convicción de que todo, sin excepción, sirve para nuestro crecimiento y maduración de nuestras formas de vida.
Los medios de comunicación acaban de publicar un estudio realizado en el año 2008 en 140 países y que demostró que los argentinos están entre las personas más felices del mundo, “pese a cargar en sus espaldas con una serie de debacles económicas, años de elevado desempleo”, crisis sociales, etc.
El sondeo, creado a instancias del sociólogo Ruut Veenhovenm, profesor emérito de la Universidad Erasmus de Rotterdam, reveló que los habitantes que se sienten más a gusto con su vida están en Islandia, Dinamarca, Colombia y Suiza (con ocho puntos o más sobre 10), mientras que los argentinos alcanzan los 7,5 puntos, ubicándose en el puesto número 13, junto con Irlanda y Holanda. Entre los peores ubicados están Angola, Chad, Irak, Tanzania y Zimbabwe.
Ruut Veenhovenm, plantea la hipótesis de que "la felicidad se define por cuánto te gusta la vida que vivís” visto que mucha gente está satisfecha con su vida como totalidad y las variables que maneja para confeccionar el estudio son “la amistad, el sentido de pertenencia, la relación de pareja, el trabajo, la creatividad individual, el funcionamiento de las instituciones y el ser parte del engranaje cultural.”
Opiniones de Periodistas dejó claro que la felicidad no depende exclusivamente de la economía individual porque creemos fervientemente que la plenitud pasa por una cuestión de valores y no de dinero.
Como señala el estudio, "La economía le pone un piso y un techo a la felicidad sugiriendo que la felicidad no hay que buscarla en los bienes –los cuales, por cierto, tienen fecha de caducidad y sus garantías vencen- sino en algo interior".
Seguimos ceyendo que la posibilidad de encontrarle el sentido a la propia existencia así como las expectativas que uno se plantea sobre la vida y la posibilidad de estar en paz y armonía consigo mismo, son las bases fundamentales para encontrar la tan ansiada felicidad aunque para muchos resulte ser “pura perorata”; entender que las adversidades no son más que la cara de una misma moneda, la cual tiene en su anverso el sello de la felicidad.

1 comentario:

  1. Bueno,para todo aquel que para ser felìz necesita de los objetos,del dinero y de las apariencias,todo lo que podamos decir los que pensamos en la felicidad,como la suma de momentos compartidos con los que amamos (padres ,hermanos,pareja,hijos y fundamentalmente amigos),opina que es una "perorata".
    Por suerte ,a ese tipo de personas, tan huecas y patèticas,uno trata de excluìrlas de sus vidas,para no contaminarse.

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